La vida de Terry Wolfmeyer (Joan Allen) sufre un vuelco radical cuando su marido desaparece repentinamente. Para colmo, su relación con sus cuatro hijas se hace tan tensa que acaba recurriendo al alcohol para evadirse de sus problemas. En estas circunstancias, la amistad de un vecino (Kevin Costner) que fue jugador de béisbol representa para ella una gran ayuda.