Queriéndose vengar de Lord Clancharlie, El Rey Jacobo II ordena la muerte y el secuestro de su hijo. Como venganza contra su padre, el niño es secuestrado y deformado su rostro quedándole una sonrisa monstruosa. Tras vivir en una feria y enamorarse de una ciega, la Reina Ana se entera del origen nobiliario de Gwynplaine y le restituye su título de Lord. La reina le quiere obligar a que se case con su hermana para castigarla, pero él huye con su verdadero amor.